La cal es el enemigo de sus instalaciones de agua. Se adhiere a los componentes depositándose en su superficie. Con dos consecuencias: bloquear los mecanismos y reducir el caudal (aumentando así la presión interna, lo que puede deteriorar las piezas).
La grifería y la hidroterapia están particularmente expuestas a los efectos nocivos de la cal ya que los productos están constantemente en contacto con “el agua”.
Las partes más sensibles son el cartucho (que gestiona el caudal del agua y su temperatura), las juntas (que garantizan la estanqueidad y la rotación), el aireador (que asegura un chorro directo sin salpicaduras) o el circuito interno de la ducha de mano.
La mayoría de los fallos de funcionamiento están relacionados con la acumulación de cal en estas piezas. Los disfuncionamientos relacionados con la cal no están contemplados ni por la garantía legal ni por la garantía contractual. Por lo tanto, es esencial seguir las recomendaciones de mantenimiento indicadas en las instrucciones de uso de nuestros productos. Recuerde, en particular, limpiar regularmente (al menos una vez al año) las partes sensibles con una solución de agua y vinagre blanco (dejando reposar durante toda una noche).
Cuanto más dura es el agua, más calcio y magnesio contiene y más fomenta la acumulación de cal y las piezas más sensibles deben ser limpiadas. Es por eso que es importante conocer la dureza de su agua. A continuación encontrará la información relativa a la dureza del agua según su localización geográfica.